Una vez más las firmas A20 y MMAP unen fuerzas para lograr la mejor integración entre Arquitectura y Paisaje, proponiendo un diseño que gira en torno a la naturaleza, su disfrute y contemplación.

La residencia se emplaza en un terreno sumamente accidentado, en medio del denso bosque húmedo subtropical en el pueblo de Jumunuco, Jarabacoa. Al acercarse a la casa, dos masas de piedra enmarcan el puente de entrada peatonal, marcando así el paso de lo público a lo íntimo. Inmediato a la entrada, el usuario se enfrenta al gran atrio central, distinguido por un pino endémico. La casa funciona como una terraza 360 grados que gira en torno a un jardín interior, la mayoría de los muros tienen la capacidad de retraerse y dejar la casa abierta al denso bosque que la rodea. Las modestas líneas de la arquitectura evocan la calma del bosque presente, dándole así todo el protagonismo al mismo.