Una casa es una manifestación espacial de la comodidad y el calor de la familia. Debería proporcionar un escape del día a día; llevando al residente a un estado mental que ningún otro espacio en el mundo puede. Esta noción moldeó la concepción de Casa del Bosque, destinada a ser un refugio para la familia. La casa alivia su estado de ánimo cotidiano, fusionándolo con el paisaje natural que domina el lugar.

Inspirada en los fuertes recuerdos del cliente de las caminatas en todo el terreno, la casa se manifiesta a través de una composición de masas pesadas de concreto y ligeros aleros protectores en madera. Las masas terrenales dominan la circulación a través de la casa, proporcionando momentos de privacidad que contrastan las amplias extensiones que alcanzan el paisaje circundante en los espacios dedicados a pausa.

La secuencia espacial se diseñó a fondo, desde el acercamiento en el automóvil, hasta los espacios de compresión y descompresión en la casa. Las partes interiores de la casa buscan disolverse con el exterior a través de la transparencia, el ritmo de la madera, y una paleta de materiales orgánicos. La pantalla de quiebrasoles de madera natural sirve como un dispositivo de sombra que a su vez hace eco del ritmo de los árboles que rodean el sitio y marca el espacio acunado del hogar.

Las habitaciones están dispuestas de una manera que maximiza la privacidad de los huéspedes al tiempo que abarca las vistas del paisaje circundante. El diseño refleja la concepción democrática de la familia moderna, ofreciendo igualdad a todos los miembros.

Ubicado profundamente en el bosque dominicano, la paleta natural de Casa del Bosque se fusionará gradualmente con su exuberante entorno natural, enalteciendo su ofrenda a la familia; confort y retiro.